23 mayo 2007

Todos los ojos puestos en Atenas

Ya no hay más tiempo, se acabo la cuenta atrás. Ya pasaron 371 días desde que el Barcelona ganó al Arsenal la Orejona en Paris, 371 que los aficionados hemos esperado para tomar como pretexto, o para salir tarde o de plano no ir al trabajo o la escuela. En menos de 24 horas estaremos viviendo desde el Olímpico de Atenas la final entre el Liverpool y el Milán.

Un dejá vu es aquella cosa que sucede y uno piensa que ya ha visto. El motivo por el que menciono esto es que hace dos años, en el 2005, la final fue exactamente la misma. El Liverpool llegaba de vencer al Chelsea (igual que en esta edición) y el Milán de eliminar al PSV. El favorito era el equipo rossonero, no solo por su historia, sino también por como llegaba. Quizás esa fue la parte del partido en la que la lógica intervien un poco, pues al finalizar la primera parte el Milán ganaba 3-0 y el Liverpool se veía muy abajo. Pero como si todas las fuerzas mítcas del universo hubieran conspirado, al salir del vestidor los once jugadores vestidos de rojo lograron empatar el partido. Obligaron a los penales y Jerzey Dudek, en ese entonces arquero del Liverpool, se vistió de héroe al darle su quinta Copa de Europa al Liverpool.

Quizás las condiciones de hace dos años ya no son las mismas, pero de lo que si estoy seguro es de que mañana veremos un gran partido, como generalmente lo suelen ser las finales de Champions. Y estoy seguro que el Olímpico de Atenas, gane quien gane, estallará en júbilo al momento que su equipo se haga con la Orejona.
La Copa del Mundo es la máxima competicia a nivel selecciones y del mundo, contrario a lo que algunos (la minoría) de que a nivel de clubes lo es el Mundial de Clubes, pues el título se lo lleva la Champions, pese a ser una competición exclusivamente europea. O díganme ¿el año pasado cuántos de ustedes prefirieron ver el Inter vs. Barcelona que el Barcelona vs Arsenal?

Para mañana nos espera a todos los que nos gusta o de plano amamos al futbol, uno de los mejores días del año, futbolísticamente hablando. Queremos ver goles, buen futbol, espectáculo, como suelen ser las finales de la Champions.
Ya para acabar va mi opinión personal. Miren, no me importa que el Liverpool no sea favorito y quel el 85% de la gente que me conoce diga que estoy loco y que el Milán va a ganar, que por apostar me pueda quedar pobre, o que me desilusione al ver al Milán campeón. No importa. Solo quiero ver buen futbol. Entender el porqué de este deporte tan hermoso. El porqué de que hay que decidir al mejor en una final. Mañana el mundo ENTERO verá a los dos grandes, aquellos que libran su batalla en un campo verde con porterías a los costados, que luchan, más que por la Champions, por ser recorrdados como heroes, como históricos, por ganar el laurel de los dioses y porque en menos de 24 horas… todos los ojos puestos en Atenas.

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