Ya no hay más tiempo, se acabo la cuenta atrás. Ya pasaron 371 días desde que el Barcelona ganó al Arsenal la Orejona en Paris, 371 que los aficionados hemos esperado para tomar como pretexto, o para salir tarde o de plano no ir al trabajo o la escuela. En menos de 24 horas estaremos viviendo desde el Olímpico de Atenas la final entre el Liverpool y el Milán.
Un dejá vu es aquella cosa que sucede y uno piensa que ya ha visto. El motivo por el que menciono esto es que hace dos años, en el 2005, la final fue exactamente la misma. El Liverpool llegaba de vencer al Chelsea (igual que en esta edición) y el Milán de eliminar al PSV. El favorito era el equipo rossonero, no solo por su historia, sino también por como llegaba. Quizás esa fue la parte del partido en la que la lógica intervien un poco, pues al finalizar la primera parte el Milán ganaba 3-0 y el Liverpool se veía muy abajo. Pero como si todas las fuerzas mítcas del universo hubieran conspirado, al salir del vestidor los once jugadores vestidos de rojo lograron empatar el partido. Obligaron a los penales y Jerzey Dudek, en ese entonces arquero del Liverpool, se vistió de héroe al darle su quinta Copa de Europa al Liverpool.Para mañana nos espera a todos los que nos gusta o de plano amamos al futbol, uno de los mejores días del año, futbolísticamente hablando. Queremos ver goles, buen futbol, espectáculo, como suelen ser las finales de la Champions.
No hay comentarios:
Publicar un comentario